jueves, 29 de marzo de 2012

¡ESTE AÑO NOS VAMOS A TANDIL!

PROYECTO:
EXPERIENCIAS DIRECTAS
EXCURSION A LA CIUDAD DE TANDIL
1ro a 7mo GRADO – 2012


¿SABIAS QUE TANDIL SIGNIFICA "PIEDRA QUE LATE"?


LA NACIÓN - Viernes 29 de febrero de 2008
Publicado en edición impresa
Hace 96 años…

Se cayó la piedra movediza de Tandil



El 29 de febrero de 1912, un año tan bisiesto como éste, entre las 5 y las 6 de la tarde, se cayó la piedra movediza de Tandil. Prácticamente había sido un símbolo de la ciudad ya desde su fundación, en 1823. Hay una polémica respecto de la palabra Tandil, que se supone tanto de origen mapuche como araucano, y que, entre otras, puede significar piedra que late, peñasco que palpita o piedra al caer. La piedra era una gran roca de unas 300 toneladas, de 7 metros y medio de largo y casi 6 de alto. Su base, un pequeño punto en contacto con un vértice redondeado, estaba en oscilante equilibrio. La atracción turística iba en paralelo con la científica, ya que no pocos geólogos de todas partes llegaron hasta allí para analizarla.
Desde mayo del año último, y después de muchos proyectos fallidos para restaurarla, se colocó una réplica en resina hueca, aunque sin movimiento, en el mismo lugar.


La piedra movediza de Tandil y sus curiosidades

Por: Alejandra Zoppi

El 29 de febrero de 1912 se derrumbó en Tandil la famosa piedra movediza. Esa tarde a las 17, sin que nadie pudiese explicarlo, soplaba una brisa muy suave. La piedra se cayó, con un gran estruendo, girando sobre sí 90 grados hasta llegar a sostenerse en tres peñascos de la ladera. De esta forma se cayó un mito y grandes fueron los intentos en ese momento. Querían soldarla, reponerla, dejarla allí arriba aunque dejase de ser movediza. En el año 1938 se destinaron 70.000 pesos para su colocación, el proyectó fracasó. En 1953 algo que podría ser entendido como una ingenuidad, el Sr. Juan Otranto intentó pegarla con cemento algo impensable. Se realizaron intentos que no fueron efectivos en 1952, 1955 y 1966.
Recordemos un poquito la leyenda en aquellas tierras vivía un cacique muy cruel llamado Tandil. A tal punto llegaba su maldad que hasta su propia esposa Mini decidió conspirar contra él. El castigo no se hizo esperar y Mini fue atada a un alto peñasco hasta que la muerte la alcanzó. Antes de morir Mini dijo al cacique Tandil. “Mi muerte conmoverá a la montaña y tus ojos verán mi corazón latiendo en esta piedra”
Así se originó la leyenda de la piedra movediza de Tandil, señalada a fines de siglo y durante la primera década del 900 como una de las maravillas del mundo que todos querían conocer. Ya en 1867 el ingeniero Moog trató de resolver el misterio hizo cálculos y afirmó que la piedra oscilaba sesenta veces por minuto o sea a razón de un movimiento por segundo.
En 1901 un acróbata italiano llamado Vanzello , subió a su cúspide y ante mil personas hizo una prueba acrobática. Apoyado en su mano derecha elevó el cuerpo sobre la piedra movediza. Dos nuevos personajes ofrecen en enero de 1967 levantar la piedra y devolver su oscilación.
Sin cobrar absolutamente nada. Ellos son los ingenieros Juan y Jorge Maxwell. Los cuales tuvieron el proyecto que no pudo ser llevado a cabo ya que es difícil pensar en oscilar 385.000 kilogramos.
Recién en el 2007 se decidió colocar una imitación de la piedra construida en el parque industrial con una grúa.


Dimensiones de la piedra.



Fuente: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/narrativa/leyendas/LapiedramovedizadeTandil.asp



LA LEYENDA DE LA PIEDRA MOVEDIZA DE TANDIL

Era el principio de los tiempos. El Sol y la Luna eran marido y mujer: dos dioses gigantes, tan buenos y generosos como enormes eran.
El Sol era el dueño de todo el calor y la fuerza del mundo; tanto era su poder que de sólo extender los brazos la tierra se inundaba de luz y de sus dedos prodigiosos brotaba el calor a raudales.
Era el dueño absoluto de la vida y de la muerte.
Ella, la Luna, era blanca y hermosa.
Dueña de la sabiduría y el silencio; de la paz y la dulzura. Ante su presencia todo se aquietaba. Andando por la tierra crearon la llanura: una inmensa extensión que cubrieron de pastos y de flores para hacerla más bella. Y la llanura era una lisa alfombra verde por donde los dioses paseaban con blandos pasos. Luego crearon las lagunas donde el Sol y la Luna se bañaban después de sus largos paseos.
Pero los dioses se cansaron de estar solos: y poblaron de peces las aguas y de otros animales la tierra.¡Qué felices se sentían de verlos saltar y correr por sus dominios! Satisfechos de su obra decidieron regresar al cielo. Entonces fue cuando pensaron que alguien debía cuidar esos preciosos campos: y crearon a sus hijos, los hombres. Ahora ya podían regresar. Muy tristes se pusieron los hombres cuando supieron que sus amados padres los dejarían. Entonces el Sol les dijo:
-Nada debéis temer; ésta es vuestra tierra. Yo enviaré mi luz hasta vosotros, todos los días. Y también mi calor para que la vida no acabe.
Y dijo la Luna:
-Nada debéis temer; yo iluminaré levemente las sombras de la noche y velaré vuestro descanso.
Así pasó el tiempo. Los días y las noches. Era el tiempo feliz. Los indios se sentían protegidos por sus dioses y les bastaba mirar al cielo para saber que ellos estaban siempre allí enviándoles sus maravillosos dones. Adoraban al Sol y la Luna y les ofrecían sus cantos y sus danzas.
Un día vieron que el Sol empezaba a palidecer, cada vez más y más y más... ¿qué pasaba?, ¿qué cosa tan extraña hacía que su sonriente rostro dejara de reír? Algo terrible, pero que no podían explicarse, estaba sucediendo.
Pronto se dieron cuenta que un gigantesco puma alado acosaba por la inmensidad de los cielos al bondadoso Sol.
Y el Dios se debatía entre los zarpazos del terrible animal que quería destruirlo. Los indios no lo pensaron más y se prepararon para defenderlo. Los más valientes y hábiles guerreros se reunieron y empezaron a arrojar sus flechas al intruso que se atrevía a molestar al Sol.
Una, dos, miles y miles de flechas fueron arrojadas, pero no lograban destruir al puma, que, por el contrario, cada vez se ponía más furioso. Por fin uno dio en el blanco y el animal cayó atravesado por la flecha que entraba por el vientre y salía por el lomo. Sí, cayó, pero no muerto. Y allí estaba, extendido y rugiendo; estremeciendo la tierra con sus rugidos. Tan enorme era que nadie se atrevía a acercarse y lo miraban, asustados, desde lejos. En tanto el Sol se fue ocultando poco a poco; había recobrado su aspecto risueño. Los indios le miraban complacidos y él les acariciaba los rostros con la punta de sus tibios dedos. El cielo se tiñó de rojo... se fue poniendo violeta.., violeta. ... y poco a poco llegaron las sombras.
Entonces salió la Luna. Vio al puma allá abajo, tendido y rugiendo. Compadecida quiso acabar con su agonía.
Y empezó a arrojarle piedras para ultimarlo. Tantas y tan enormes que se fueron amontonando sobre el cuerpo hasta cubrirlo totalmente.
Tantas y tan enormes que formaron sobre la llanura una sierra: la Sierra de Tandil. La última piedra que arrojó cayó sobre la punta de la flecha que todavía asomaba y allí se quedó clavada.
Allí quedó enterrado, también, para siempre, el espíritu del mal, que según los indios no podía salir.
Pero cuando el Sol paseaba por los cielos, se estremecía de rabia siempre con el deseo de atacarlo otra vez.
Y al moverse hacía oscilar la piedra suspendida en la punta de la sierra.

Leyendas argentinas, de Neli Garrido de Rodríguez, editorial Plus Ultra.


GLOSARIO:
Piuquén: Corazón
Tandil: Piedra que late


PARA LOS MAESTROS

Libro recomendado:
La leyenda de la piedra movediza por Laura Devetach. Editorial Sudamericana (Cuenta América Naturaleza)

DVD recomendado:
Leyendas Latinoamericanas DVD 7 Ministerio de Educación
“La piedra movediza de Tandil” Animación donde un abuelo cuenta la leyenda del sol y la luna. Recomendado para 1er ciclo.
(Está en biblioteca)

Sitio www de interés:
*TANDIL SATELITAL
maps.google.com.ar

*www.lapiedramovediza.com.ar

*www.tandil.gov.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario